Diferencias entre nichos, tumbas y panteones

Cuando nos enfrentamos por primera vez a la organización de un funeral, nos encontramos con conceptos que no siempre son fáciles de distinguir. Así, no siempre resulta fácil definir si preferimos alquilar un nicho, una tumba o un panteón como lugar de reposo de los restos de un fallecido.

Tumbas y nichos

La verdad es que muchas personas usan la palabra tumba como sinónimo de nicho, pero en realidad son dos tipos de espacios de enterramiento que no tienen nada que ver.

Las tumbas son lugares de descanso eterno excavados en el suelo, por lo que pueden albergar diversos féretros, generalmente uno encima de otro. Son el espacio de enterramiento más tradicional y acostumbran a albergar diversas generaciones de una familia. De todos modos, hoy en día no son fáciles de ver en los cementerios de las grandes ciudades, ya que requieren de mucho espacio.

Por su parte, los nichos son pequeños cubículos excavados en una pared, o también pueden formar parte de un muro. Simplemente, tienen una obertura delantera por la que se introduce el féretro, y que se cierra habitualmente con una lápida. Los nichos están pensados para contener un solo féretro.

¿Qué son los panteones?

Al hablar de panteones, nos estamos refiriendo a los espacios de enterramiento más especiales que podemos encontrar en un cementerio. Se trata de verdaderas edificaciones o monumentos de carácter fúnebre, que pertenecen a una misma familia y en cuyo interior se encuentran espacios individuales habilitados para contener diversos féretros. De esta manera, pueden enterrarse en un panteón diversas personas fallecidas a lo largo de los años.

Algunos panteones son verdaderas obras de arte, que atraen incluso la visita de amantes del arte a los cementerios.

Nichos, tumbas y panteones son de titularidad municipal pública, por lo que para disponer de su concesión debemos informarnos de los requisitos a cumplir en cada municipio.

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