La incineración, también conocida como cremación, es el proceso mediante el cual el cuerpo de una persona fallecida se reduce a cenizas a través de la aplicación de calor en un horno crematorio. Este procedimiento se realiza en instalaciones especialmente preparadas y, cada vez más, es una opción preferida por muchas personas debido a su sencillez y menor impacto ambiental en comparación con otros métodos funerarios.
1. f. Acción y efecto de incinerar.
Sin.: cremación, quema, calcinación, carbonización, cineración. Real Academia Española. (s.f.). Incineración. En Diccionario de la lengua española (23.ª ed.). Recuperado el 23 de septiembre, 2024, dehttps://dle.rae.es/incineraci%C3%B3n
El proceso de incineración
El proceso de incineración sigue varios pasos cuidadosamente planificados, diseñados para asegurar el respeto y la dignidad del fallecido:
- Preparación del cuerpo: Antes de la cremación, el cuerpo se coloca en un ataúd, que puede ser de materiales biodegradables o simples, como madera. En este punto, se eliminan elementos no combustibles como marcapasos o prótesis metálicas, que podrían interferir con el proceso.
- La cremación en sí: El cuerpo, junto con el ataúd, se introduce en un horno crematorio donde se somete a temperaturas extremadamente altas, entre 800 y 1000 grados Celsius, reduciendo los restos a fragmentos óseos. Este proceso puede tardar entre una hora y media y tres horas, dependiendo del tamaño del cuerpo y del tipo de equipo.
- Procesamiento de las cenizas: Los fragmentos óseos que quedan tras la cremación se trituran en un procesador especial, hasta que se convierten en un polvo fino, que son las cenizas finales entregadas a los familiares.
- Destino de las cenizas: Las cenizas resultantes, que suelen pesar entre 2 y 3 kilos, se entregan a la familia en una urna. Desde este momento, pueden ser depositadas en un columbario, esparcidas en un lugar significativo o incluso transformadas en productos como joyas conmemorativas o ser plantadas en árboles con urnas biodegradables.
¿Por qué optar por la incineración?
Existen varias razones por las que las familias eligen la cremación como alternativa al entierro tradicional:
- Flexibilidad en el destino final de los restos: Las cenizas pueden conservarse en casa, esparcirse en lugares especiales o enterrarse en nichos o columbarios.
- Impacto ambiental: La cremación es vista como una opción más respetuosa con el medio ambiente en comparación con la inhumación tradicional. Evita el uso de grandes extensiones de tierra y la utilización de productos químicos para embalsamar, que pueden contaminar el suelo.
- Coste: En muchos casos, la cremación es más económica que un entierro tradicional, ya que se eliminan costos relacionados con la compra de un ataúd caro o de un espacio en un cementerio.
Incineración y medio ambiente
En términos medioambientales, la incineración tiene ciertas ventajas frente a la inhumación, especialmente cuando se utilizan prácticas responsables y sostenibles. Los hornos crematorios modernos están diseñados para minimizar las emisiones de gases contaminantes, y el proceso en sí no utiliza grandes cantidades de recursos naturales, como tierra o productos químicos. Además, existe un creciente interés en métodos de cremación aún más ecológicos, como la cremación por agua (alcalinización), que usa menos energía y genera menos emisiones.
La incineración no solo es un proceso técnico, sino que representa una opción profundamente personal para quienes buscan una despedida significativa y respetuosa. Con su creciente popularidad, las familias tienen cada vez más opciones para personalizar este último adiós, ya sea con urnas especiales, rituales de esparcimiento de cenizas o actos conmemorativos que honren la vida del ser querido fallecido.