Las emociones que todos experimentamos cuando muere alguien a quien queremos pueden hacer que nos sea complicado ocuparnos de todo el proceso burocrático que implica un entierro. A priori, los servicios funerarios con seguro de decesos representan una cobertura económica y práctica para quienes deben enterrar a un familiar que acaba de fallecer.
Los pros de los seguros de decesos
- Si tenemos contratado un seguro de decesos, no tendremos que preocuparnos prácticamente por los trámites a hacer ante la defunción de un familiar. De hecho, todo el proceso se simplificará en sobremanera gracias a la acción de los profesionales encargados del entierro por la compañía aseguradora.
- La aseguradora se hará cargo de las gestiones, pero no solo eso. También nos dará opciones sobre los elementos que formarán parte de la ceremonia y el funeral, para que simplemente elijamos entre las que corresponden por lo que se ha cotizado en la póliza.
Los contras de los seguros de decesos
- Contar con un seguro de decesos puede representar un obstáculo para diseñar un servicio funerario personalizado, a medida de sus creencias y necesidades emocionales a la hora de despedir a un ser querido. Tener que ceñirse al abanico de posibilidades que marca la póliza no siempre es la mejor opción para muchos familiares.
- Asimismo, el precio de un seguro de decesos también es un factor decisivo para muchas personas. Pagar una cuota fija hasta el momento de la defunción puede acabar representando una cifra superior a la que cuesta un servicio funerario medio. Por esta razón, es recomendable comparar precios de entierros y cremaciones, así como de seguros de decesos antes de tomar una decisión sobre la conveniencia o no de contar con una póliza de este tipo.
No obstante, aún con seguro de decesos se puede elegir el servicio funerario que uno desee y la diferencia tendría que ser reembolsada por parte de la funeraria que presta el servicio.